Es innegable tres cosas:
Una, que no se ve lo que se hace y no porque seamos
clandestinos, esto puede ser por: O se hace muy poco o se hace muy mal.
Dos, el face tiene un peso predominante, somos activistas
visiblemente facebukeros
Tres, cada grupito tiene su pequeño espacio y se conforma
con él.
Bajo esta realidad la alternativa es, se sigue igual o se
hacen tripas corazón y aceptamos que los otros pueden tener una pizca de razón
y nos sentamos a platicar para conocernos y a ver si es posible darle sinergia
a lo que se hace.
Darle sinergia es pasar de juntar cientos en las marchas y
que el gobierno, priistas, panistas, perredistas y los ricos se caguen de la
risa de nosotros o juntar miles y que el gobierno, priistas, panistas,
perredistas y los ricos se caguen de miedo por lo que hacemos.
Tenemos una falsa imagen de la izquierda, creada por la
derecha por supuesto.
La izquierda y la derecha tienen la misma propensión a
fraccionarse, miren ustedes, la derecha está dividida en pri, pan, verde,
panal, prd y hay un grupo que no se asume de derecha pero que juega dentro de
las reglas impuestas por el Estado burgués y cuida más sus intereses que otra
cosa: movimiento ciudadano, pt, morena, pero de esa división no se habla ¿por
qué? Porque se unen cuando de defender sus intereses se trata ¿y cuál es su
interés? la ganancia, no tienen otro, si la propiedad comunal generara ganancia
individual les iba a valer madre la propiedad privada.
Ahora ¿Por qué la izquierda no se une? las explicación es
sencilla, porque no puede operativizar su interés, ¿por qué no pueden
operativizar sus interés? Ahí sí puede haber varias razones.
Una es que por lo general ponemos el futuro en el presente,
le damos más peso a cómo queremos que sea la sociedad del futuro a cómo le
hacemos para llegar a esa mítica sociedad, nos dividimos por si la mítica
sociedad del futuro será progresista, nacionalista, socialista, comunista o
anarquista.
Al poner de cabeza las cosas, nos atrincheramos en nuestra
posición, porque nosotros tenemos la razón, y no nos preocupamos en construir
el camino de liberación que nos lleve desde aquí y ahora hasta las puertas de
esa mítica sociedad del futuro.
Si la preocupación no fuera la forma de la mítica sociedad
del futuro sino cómo llegar a ella –por supuesto que la izquierda no fuera una
unidad monolítica–, se miraría que todos trabajamos por el mismo rumbo
construyendo el camino, podría haber discrepancias y desavenencias pero la
discusión se daría en torno, a determinado espacio cual es la mejor ruta.
Para ejemplificar, si dos ingenieros muy buenos están
construyendo una carretera que ya tienen trazada, ante un cerro uno podría
discutir que lo mejor era bordearlo y el otro hacer un túnel, pero es casi
seguro que ninguno de los dos plantearía que lo mejor era hacer otra ruta o
hacer otra carretera en otro lugar.
Por otra parte los grupos de izquierda no son los que van a
construir la mítica nueva sociedad, sino los jodidos, los pobres, si no son las
organizaciones de izquierda sino los jodidos los que construirán la nueva
sociedad entonces ¿cuál es entonces nuestra función? La de construir una
contracultura, oponernos a que solamente la rosa de Guadalupe eduque a las masas,
sino que la izquierda proporciones conocimientos y herramientas metodológicas a
los pobres para que puedan analizar la vida en que viven. Por ejemplo, los
pobres creen que solamente el capital, las fabricas, el comercio, el dinero
proporciona riqueza, pocos saben que únicamente la naturaleza y el trabajo son
los que crean la riqueza, si supieran eso podrían oponerse al patrón, pues el
trabajo es del proletariado y la naturaleza debe ser de todos.
Por lo pronto hasta aquí porque no lo leen.