jueves, 4 de diciembre de 2014

Darse cuenta que el Estado puso a su servicio el narco

Al darse cuenta, la conciencia va entrando poco a poco y en la mediad que se hace la luz la indignación crece, la rabia se acumula y con ella se va superando el miedo, poco a poco nos damos cuenta de que ¡¡¡Fue el Estado!!!
Nos damos cuenta de que no son los narcos, bueno de que si son los narcos pero al servicio del Estado, así la toma de conciencia ilumina el panorama poniendo de manifiesto que no es el narco, que es el Estado.
Nos damos cuenta que el Estado durante muchos años nos engañó, que durante muchos años sus personeros e instituciones nos dijo que el Estado era el defensor del pueblo, que era el garante del estado de derecho, que era el que garantizaba el derecho a la vida, a la justicia, ahora nos damos cuenta es el que nos ha estado matando y desapareciendo, pues protege, solapa, permite y hasta entrena y avitualla a las mafias.
Pero no únicamente se dieron cuenta de que fue el Estado, también les cayó el veinte de que toda la clase política está metida en el ajo. Tal vez pocos dudaban de que el PRI, PAN, Verde, Panal estaban infiltrados por el narco, pero lo que molesta e indigna, lo que hace que los jóvenes se sientan burlados, es enterarse, tomar conciencia, que hasta la izquierda ha sido controlada por el narco y no solo el PRD sino hasta Morena que navega con la bandera de la honradez. Si no pasan los lamentables hechos de Ayotzinapa un narco postulado por Morena hubiera sido gobernador del estado de Guerrero, esa es la indignación de los jóvenes que los hace repudiar los partidos políticos electorales.
Y no es que sea el narco el que infiltró al Estado, y por tanto la cantaleta del gobierno de que hay que luchar contra la corrupción y contra la inseguridad no es más que eso, una cantaleta, un engaño.
Es el Estado burgués el que puso el narco a su servicio para que haga la guerra sucia contra el pueblo, es el narco el que ahora hace el trabajo que en la década de los setenta del siglo pasado hacía Miguel Nazar Haro y la tenebrosa Dirección Federal de Seguridad, pero superó la experiencia no únicamente mata a quien estorba al sistema capitalista neoliberal, no únicamente el gobierno puso el narco a su servicio, también la burguesía puso al narco a su servicio, no porque los señores burgueses anden tirando droga, ya viéramos a Slim o Larrea de tiradores o burreros, no, la burguesía utiliza al narco para despoblar territorios, facilitar el mercado y la acumulación por desposesión.
La burguesía que su único interés es acumular riqueza requiere territorios despoblados para los megaproyectos, para sus enclaves, pero también requiere trabajadores dóciles, ablandados, aquí el narco cumple un papel preponderante; requiere mercados, compradores libres y es el narco el que rompe el tejido social, el que destruye las formas tradicionales de vida en el campo y la ciudad, termina con tienditas, talleres, pequeños negocios, producción social de alimentos y vestido, con la agricultura campesina, abre el mercado pues; y como consecuencia de lo anterior se apropia de las riquezas locales y comunes, de agua, de tierras, de conocimientos comunes, de plantas, del suelo y subsuelo y de las riquezas naturales, despoja a los pueblos.
La imbricación con el capitalismo trasnacional está en que el capitalismo mundial le asignó a países como el nuestro el papel de proveedores de materias primas, principalmente todo tipo de minerales que en los países centrales no hay o no les permiten extráelos de forma rentable, de petróleo, gas, productos maderables o plantaciones de monocultivos como soya, palma africana o eucalipto.
El problema es que son territorios poblados y a su pobladores  no les interesa los megaproyectos, la minería, ni los monocultivos y consideran a los territorios sagrados.
Cuando los pobladores dicen no al extractivismo, al enclave, la violencia se desata, aparecen los narcos, pero no es el narco que siembra marihuana o amapola, no, es otro tipo de narco, es un narco que hace acciones muy violentas como secuestro con asesinato, robo de muchachas y niñas, robo de cosechas, parcelas y ganado, pero sobre todo asesinando por nada, terror, entre los muertos invariablemente están los luchadores sociales, donde el Estado únicamente mira, no hace nada, ni siquiera recoge y cuantifica los muertos, ya que cuando se cotejan las estadísticas de la PGR con lo que dicen y saben los paisanos hay una diferencia sustancial.
El narco, al servicio del Estado no únicamente se encarga de hacer la guerra sucia que hacía Nazar Haro, ahora también se encarga eliminar a los luchadores sociales, despoblar territorios para los mega proyectos de los gentleman canadienses, chinos, estadounidenses, mexicanos como Slim, Larrea, Bailléres, puedan operar sin molestia y mantener la población aterrorizada.

Cuando los jóvenes ven que todos son parte del problema es lo que los hace afirmar con decisión y convicción ¡¡¡Es el Estado!!!

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