jueves, 4 de diciembre de 2014

Izquierda de cabeza

Es innegable tres cosas:
Una, que no se ve lo que se hace y no porque seamos clandestinos, esto puede ser por: O se hace muy poco o se hace muy mal.
Dos, el face tiene un peso predominante, somos activistas visiblemente facebukeros
Tres, cada grupito tiene su pequeño espacio y se conforma con él.
Bajo esta realidad la alternativa es, se sigue igual o se hacen tripas corazón y aceptamos que los otros pueden tener una pizca de razón y nos sentamos a platicar para conocernos y a ver si es posible darle sinergia a lo que se hace.
Darle sinergia es pasar de juntar cientos en las marchas y que el gobierno, priistas, panistas, perredistas y los ricos se caguen de la risa de nosotros o juntar miles y que el gobierno, priistas, panistas, perredistas y los ricos se caguen de miedo por lo que hacemos.
Tenemos una falsa imagen de la izquierda, creada por la derecha por supuesto.
La izquierda y la derecha tienen la misma propensión a fraccionarse, miren ustedes, la derecha está dividida en pri, pan, verde, panal, prd y hay un grupo que no se asume de derecha pero que juega dentro de las reglas impuestas por el Estado burgués y cuida más sus intereses que otra cosa: movimiento ciudadano, pt, morena, pero de esa división no se habla ¿por qué? Porque se unen cuando de defender sus intereses se trata ¿y cuál es su interés? la ganancia, no tienen otro, si la propiedad comunal generara ganancia individual les iba a valer madre la propiedad privada.
Ahora ¿Por qué la izquierda no se une? las explicación es sencilla, porque no puede operativizar su interés, ¿por qué no pueden operativizar sus interés?  Ahí sí puede haber varias razones.
Una es que por lo general ponemos el futuro en el presente, le damos más peso a cómo queremos que sea la sociedad del futuro a cómo le hacemos para llegar a esa mítica sociedad, nos dividimos por si la mítica sociedad del futuro será progresista, nacionalista, socialista, comunista o anarquista.
Al poner de cabeza las cosas, nos atrincheramos en nuestra posición, porque nosotros tenemos la razón, y no nos preocupamos en construir el camino de liberación que nos lleve desde aquí y ahora hasta las puertas de esa mítica sociedad del futuro.
Si la preocupación no fuera la forma de la mítica sociedad del futuro sino cómo llegar a ella –por supuesto que la izquierda no fuera una unidad monolítica–, se miraría que todos trabajamos por el mismo rumbo construyendo el camino, podría haber discrepancias y desavenencias pero la discusión se daría en torno, a determinado espacio cual es la mejor ruta.
Para ejemplificar, si dos ingenieros muy buenos están construyendo una carretera que ya tienen trazada, ante un cerro uno podría discutir que lo mejor era bordearlo y el otro hacer un túnel, pero es casi seguro que ninguno de los dos plantearía que lo mejor era hacer otra ruta o hacer otra carretera en otro lugar.
Por otra parte los grupos de izquierda no son los que van a construir la mítica nueva sociedad, sino los jodidos, los pobres, si no son las organizaciones de izquierda sino los jodidos los que construirán la nueva sociedad entonces ¿cuál es entonces nuestra función?  La de construir una contracultura, oponernos a que solamente la rosa de Guadalupe eduque a las masas, sino que la izquierda proporciones conocimientos y herramientas metodológicas a los pobres para que puedan analizar la vida en que viven. Por ejemplo, los pobres creen que solamente el capital, las fabricas, el comercio, el dinero proporciona riqueza, pocos saben que únicamente la naturaleza y el trabajo son los que crean la riqueza, si supieran eso podrían oponerse al patrón, pues el trabajo es del proletariado y la naturaleza debe ser de todos.

Por lo pronto hasta aquí porque no lo leen.

Darse cuenta que el Estado puso a su servicio el narco

Al darse cuenta, la conciencia va entrando poco a poco y en la mediad que se hace la luz la indignación crece, la rabia se acumula y con ella se va superando el miedo, poco a poco nos damos cuenta de que ¡¡¡Fue el Estado!!!
Nos damos cuenta de que no son los narcos, bueno de que si son los narcos pero al servicio del Estado, así la toma de conciencia ilumina el panorama poniendo de manifiesto que no es el narco, que es el Estado.
Nos damos cuenta que el Estado durante muchos años nos engañó, que durante muchos años sus personeros e instituciones nos dijo que el Estado era el defensor del pueblo, que era el garante del estado de derecho, que era el que garantizaba el derecho a la vida, a la justicia, ahora nos damos cuenta es el que nos ha estado matando y desapareciendo, pues protege, solapa, permite y hasta entrena y avitualla a las mafias.
Pero no únicamente se dieron cuenta de que fue el Estado, también les cayó el veinte de que toda la clase política está metida en el ajo. Tal vez pocos dudaban de que el PRI, PAN, Verde, Panal estaban infiltrados por el narco, pero lo que molesta e indigna, lo que hace que los jóvenes se sientan burlados, es enterarse, tomar conciencia, que hasta la izquierda ha sido controlada por el narco y no solo el PRD sino hasta Morena que navega con la bandera de la honradez. Si no pasan los lamentables hechos de Ayotzinapa un narco postulado por Morena hubiera sido gobernador del estado de Guerrero, esa es la indignación de los jóvenes que los hace repudiar los partidos políticos electorales.
Y no es que sea el narco el que infiltró al Estado, y por tanto la cantaleta del gobierno de que hay que luchar contra la corrupción y contra la inseguridad no es más que eso, una cantaleta, un engaño.
Es el Estado burgués el que puso el narco a su servicio para que haga la guerra sucia contra el pueblo, es el narco el que ahora hace el trabajo que en la década de los setenta del siglo pasado hacía Miguel Nazar Haro y la tenebrosa Dirección Federal de Seguridad, pero superó la experiencia no únicamente mata a quien estorba al sistema capitalista neoliberal, no únicamente el gobierno puso el narco a su servicio, también la burguesía puso al narco a su servicio, no porque los señores burgueses anden tirando droga, ya viéramos a Slim o Larrea de tiradores o burreros, no, la burguesía utiliza al narco para despoblar territorios, facilitar el mercado y la acumulación por desposesión.
La burguesía que su único interés es acumular riqueza requiere territorios despoblados para los megaproyectos, para sus enclaves, pero también requiere trabajadores dóciles, ablandados, aquí el narco cumple un papel preponderante; requiere mercados, compradores libres y es el narco el que rompe el tejido social, el que destruye las formas tradicionales de vida en el campo y la ciudad, termina con tienditas, talleres, pequeños negocios, producción social de alimentos y vestido, con la agricultura campesina, abre el mercado pues; y como consecuencia de lo anterior se apropia de las riquezas locales y comunes, de agua, de tierras, de conocimientos comunes, de plantas, del suelo y subsuelo y de las riquezas naturales, despoja a los pueblos.
La imbricación con el capitalismo trasnacional está en que el capitalismo mundial le asignó a países como el nuestro el papel de proveedores de materias primas, principalmente todo tipo de minerales que en los países centrales no hay o no les permiten extráelos de forma rentable, de petróleo, gas, productos maderables o plantaciones de monocultivos como soya, palma africana o eucalipto.
El problema es que son territorios poblados y a su pobladores  no les interesa los megaproyectos, la minería, ni los monocultivos y consideran a los territorios sagrados.
Cuando los pobladores dicen no al extractivismo, al enclave, la violencia se desata, aparecen los narcos, pero no es el narco que siembra marihuana o amapola, no, es otro tipo de narco, es un narco que hace acciones muy violentas como secuestro con asesinato, robo de muchachas y niñas, robo de cosechas, parcelas y ganado, pero sobre todo asesinando por nada, terror, entre los muertos invariablemente están los luchadores sociales, donde el Estado únicamente mira, no hace nada, ni siquiera recoge y cuantifica los muertos, ya que cuando se cotejan las estadísticas de la PGR con lo que dicen y saben los paisanos hay una diferencia sustancial.
El narco, al servicio del Estado no únicamente se encarga de hacer la guerra sucia que hacía Nazar Haro, ahora también se encarga eliminar a los luchadores sociales, despoblar territorios para los mega proyectos de los gentleman canadienses, chinos, estadounidenses, mexicanos como Slim, Larrea, Bailléres, puedan operar sin molestia y mantener la población aterrorizada.

Cuando los jóvenes ven que todos son parte del problema es lo que los hace afirmar con decisión y convicción ¡¡¡Es el Estado!!!